Olga Thaureaux Puertas
Este 7 de abril Vilma Espín, genuina cubana, cumpliría 81 años. He pesado cuál sería mi mejor manera de honrarla en una ocasión como esta.
Temo repetirme en las ideas, aunque su grandeza y ejemplo nos inspiran a descubrir nuevos caminos en su rico historial como santiaguera, revolucionaria, medre y esposa. Mas prefiero en su onomástico dejarlos con criterios de personas que siempre estuvieron muy cerca de ella.
«He sido testigo durante casi medio siglo de las luchas de Vilma. No la olvido en las reuniones del Movimiento 26 de Julio en la Sierra Maestra… Vilma no se inmutaba ante peligro alguno… Su voz dulce, firme y oportuna, siempre se escuchó con gran respeto en las reuniones del Partido, el Estado y las organizaciones de masas …Los deberes revolucionarios y su inmenso trabajo nunca le impidieron a Vilma cumplir sus responsabilidades como compañera leal y madre de numerosos hijos …Ha muerto Vilma ¡Viva Vilma!».
Fidel Castro.
«Vilma pensó y actuó como la vida misma a la cual se entregó desde su juventud con la confianza en el porvenir de su Patria … Podemos asegurar que en ella sobresalía un sentido muy alto de la justicia, el compromiso con la verdad, su rechazo tajante a la mentira, su alejamiento de lo banal y superficial … Transformar mentalidades, modificar costumbres, educar, fue una razón de ser de su vida … Su obra está en su pueblo, en las mujeres que la identifican como su más legítima representante, en sus hijos, sus compañeros. ¡Cuánto te vamos a extrañar, Vilma!».
Asela de los Santos, compañera de lucha
«La recordaremos siempre como suele hacerse a los héroes, al decir de la emblemática canción: … se le recuerda sin llantos…. La recordaremos desafiando el peligro y burlando al acoso enemigo en la ciudad; con el fusil al hombro en las agrestes montañas hasta alcanzar la victoria; labrando el camino hacia el futuro luminoso de la Patria, de la que fue una de sus más consecuentes constructoras»”.
José Ramón Machado Ventura, Primer Vicepresidente de los Consejo de Estado y de Ministros de Cuba.
«Fuente de amor y solidaridad sin límites, a todos nos deja un ejemplo insuperable de lealtad, firmeza, sacrificio y modestia … Déborah, Alicia, Mónica, Mariela, Vilma es el rostro de la mujer cubana, la hermosa síntesis de su larga lucha por la emancipación. A ellas devolvió la esperanza y la sonrisa, las educó y las condujo a derrotar prejuicios y ataduras seculares».
Ricardo Alarcón, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular
«Me quedará su ternura, su confianza, su amistad, su cariño; la intransigencia con lo mal hecho, su sentido de justicia, su defensa de los valores principales que deben caracterizar a los seres humanos; ella deja en cada una de nosotras lo más puro: su ejemplo».
Yolanda Ferrer, Secretaria General de la FMC.
Así fue Vilma, así la recordamos y la recordaremos por siempre.
(Fuente: EcuRed)