Olga Thaureaux Puertas
Tanto va el cántaro a la fuente hasta que la rompe, dice un viejo proverbio popular. De esa misma manera trato de ver los resultados de las votaciones en las Naciones Unidas de los informes que ha presentado Cuba sobre la necesidad de eliminar el bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos hacia Cuba, por más de 50 años.
Hoy fuimos testigos, de una nueva victoria, 186 votos a favor de Cuba, 3 abstenciones y dos en contra. No me sorprendió la abrumadora victoria, como tampoco me sorprendió quiénes completaron el quinteto de “Los sordos que no quieren ver”.
Sí, porque no es posible que durante 20 años se siga hablando de lo mismo y siempre los diferentes gobiernos de Estados Unidos, busquen una respuesta que niegue todo cuanto han hecho en estos años.
En el documento presentado por Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores, queda muy claro que el “bloqueo y las sanciones permanecen intactos, en completa aplicación y se ha acentuado en los años más recientes su carácter extraterritorial. Como rasgo distintivo del período del presidente Obama, se refuerza la persecución a las transacciones financieras cubanas en todo el mundo, sin respeto a las leyes de terceros países ni a la oposición de sus gobiernos.
“Cuba continúa sin poder exportar e importar libremente productos y servicios de tipo alguno hacia o desde los Estados Unidos. No puede utilizar el dólar norteamericano en sus transacciones, incluidos los pagos a la Organización de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales. Tampoco puede tener cuentas en esa moneda en bancos de terceros países o acceso a créditos de bancos en Estados Unidos, de sus filiales en terceros países y de instituciones internacionales como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo”.
Pero aún así los representantes de Estados Unidos en la cita de las Naciones Unidas han repetido que ese asunto es un asunto bilateral, y que por tanto no incumbe a ese foro. Me pregunto entonces por qué se condena a terceros que intentan comercializar con Cuba?
Muchos son los ejemplos que en disímiles sectores se publican diariamente en la prensa cubana sobre los efectos del brutal bloqueo, solo reproduzco los que incluye el documento: niños y adolescente como “Guillermo Domínguez Díaz (16 años), Ivis Palacio Terry (18), Randy Barroso Torres (17) y Adrián Izquierdo Cabrera (12), que han sufrido cirugías conservadoras y pasado meses enyesados en sus camas por no disponer de prótesis extensibles pediátricas (endoprótesis tumoral extensoras), las cuales se producen en los Estados Unidos o bajo sus patentes, y de María Amelia Alonso Valdés (2), Damián Hernández Valdés (4) y Dayán Romayena Lorente (12), quienes padecen de tumores del sistema nervioso central y necesitan tratamiento con Temodal que es norteamericano y está protegido por su patente”.
Cuánta insensibilidad, el premio Nobel de la Paz y sus representantes siguen ignorando, el mundo los sigue condenando y los cubanos seguimos resistiendo y buscando miles de alternativas para no detenernos.
Por qué no se acaban de convencer: sí, ha sido muy duro vivir bloqueados, pero aquí estamos, viviendo y desarrollándonos, aprendiendo de nuestros errores, rectificándolos rápido, pero sin prisa. ¿Entonces? Déjennos vivir, ocúpense de lo suyo. Espero con fe que el cántaro acabe de romper la fuente.